NOTA | Gastón Duprat por el estreno del canal Digo (PBA) | “Los canales fallan en tener un director de programación”

juan manuel strassburger
4 min readMar 22, 2024

Publicada en Espectáculos de Tiempo Argentino durante junio de 2014

Un arquitecto que comenta la ciudad. Un escritor joven que analiza una generación de hijos de padres separados. Una madre también joven, residente en México, que ahonda sobre las motivaciones del deseo. Un presidiario que se comunica con su familia. Un laburante que aprovecha su largo viaje en colectivo para dar su visión del mundo. Las posibilidades son cuasi infinitas. Y los “espectadores” de Digo, el canal de la Provincia de Buenos Aires que desde el año pasado se emite por TDA (y pronto también distintas señales de cable del país), lo saben. Por eso toman la palabra y, para alegría de quienes apuestan a esa maravilla corriente (y al alcance de la mano) que es la libre asociación de ideas, evidencia su decir.

“Un canal sin agenda en donde no haya ideas preconcebidas sobre qué contenidos ofrecerle al público sino que sean los propios espectadores quienes lo generen”, asegura Gastón Duprat, responsable junto a Mariano Cohn del proyecto que tiene su antecedente directo en Televisión Abierta y Ciudad Abierta (de la misma dupla) que supieron poner patas para arriba lo que hasta ese momento se entendía por televisión. Y que, en este caso, vino a confirmarles una tesis: que en las charlas cotidianas, las conversaciones de sobremesa o las reflexiones al interior de un hogar, existe una inteligencia y una voz que no estaba siendo no representadas en los medios electrónicos tradicionales; especialmente la tele.

“Es un canal de reflexión, opinión y debate de la realidad para que el espectador no sea sólo el que aplaude cuando le suben un cartel o saca un boleto de una urna sino más bien lo que en realidad es: una persona potencialmente capaz y de un discurso sofisticado”. ¿Cómo es la mecánica participativa? “Simple — explican desde el canal — : cada persona que quiera tener su programa lo graba en su casa con sus propios implementos técnicos –celulares, laptops, cámaras de foto- y lo sube a la web del canal en dos simples pasos. Luego ese material se emite al aire por televisión en formato de programa diario, semanal o por única vez”.

— ¿Por qué el lanzamiento a través del gobierno de la Provincia de Buenos Aires?
— Influyó mucho que esté involucrado Jorge Telerman, con quien ya habíamos trabajado en Ciudad Abierta. Por otro lado, Mariano y yo somos de la Provincia. Mariano de Ballester y yo de Bahía Blanca. Así que no nos resulta un territorio ajeno. Y a eso sumale que el grado de apertura fue total. Una adhesión completa y sin ningún tipo de restricción que terminó de posibilitar este canal.

— Proponen un canal donde no hay un director artístico pero sí espectadores que arman su propia agenda. ¿Cómo choca eso con el esquema tradicional?
— Sí. En los medios tradicionales no hay libertad. Siempre hay un director artístico que decide qué ver y qué no. No puede escapar de una mirada que es sesgada. Por eso con Mariano siempre pensamos que los canales fallan en tener un director de programación: un tipo que aplica sus gustos a los demás y piensa que representa el gusto de todos. Eso nos parece una locura, una cosa anacrónica.

—¿Expectativas?
— Que el modelo se multiplique. Por eso queremos que este formato se exporte, se replique. Que haya más canales como éste y se amplíe el abanico de lo que es tele y lo que no. Una gran ventaja que cuentan los canales como Digo es que es extremádamente económico: el presupuesto del canal es ínfimo, menos del uno por ciento comparado con otros canales estatales. Pensá que no requiere edificios ni cámaras ni salas de de edición ni personal de seguridad. Estamos creando un género, como en su momento fueron los canales de videoclip, salvando las distancias.

RECUADRO | Micromundo

— Hasta ahora Digo, en comparación con lo que fue Televisión Abierta, cuenta con más actividad de periodistas, blogueros, agitadores culturales, críticos y diversos actores del medio comunicacional que de gente “común”. ¿Les interesa revertir esa tendencia o no los preocupa?
— En el caso de Televisión Abierta fue el propio espectador el que definió ese lugar como un lugar de humor recontra potente y disruptivo. No era así de entrada. Acá igual también hay gente “común”. Hay jubilados, amas de casas, estudiantes, profesionales y hasta tipos que están presos. Por otro lado tratamos de desalentar a los académicos acérrimos, los que tienen discursos escindidos de la realidad. Por eso no estimulamos una orientación temática. En Digo se habla de economía, arte, inseguridad, cocina, historieta, sin ningún tipo de direccionamiento.

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juan manuel strassburger

Periodista de espectáculos y cultura. Escribe en en Radar (Pag/12) y Sábado (La Nación). Antes: Clarín, Tiempo Argentino, La Mano, El Cronista y más